Los
valores en la historia de la educación
Erick Picado Esquivel
Profesor de Matemática
Egresado del Instituto Tecnológico de Costa rica
“No hay una forma de
educación que prescinda de valores”, dice la filósofa estadounidense Martha
Nussbaum*[1]
Los valores siempre han estado relacionados con la
educación, desde los sistemas informales a los formales, podemos empezar por la
familia, el hogar, en donde se inculcan a los hijos los valores que han
definido por muchas generaciones el caminar de las personas; luego los sistemas
formales, la escuela, el colegio, la universidad, todos ellos con distintos
niveles de formación, en donde se busca mostrarle al estudiante no solo la
historia, la geografía, las ciencias, etc; sino también la forma es que se supone
debe comportarse un buen ser humano.
Pero en el transcurso de los años y de las
generaciones, este estilo de comportarse ante la sociedad ha ido cambiando de
acuerdo al panorama mundial que observamos y al contexto que se vive en el
momento, ¿esto sugiere que los valores cambian? Para atrevernos a afirmar esto,
primero analicemos qué son los principios y qué son los valores.
Principios
y Valores
Los principios se definen como: “declaraciones propias del ser humano, que apoyan su
necesidad de desarrollo y felicidad, los principios son universales y se los
puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la
historia de la humanidad”[2].
Según se infiere de esta definición los principios han estado ahí siempre, no
han cambiado, son universales, no importa la religión, mantienen la misma
esencia. Por ejemplo, no matar es un
principio universal, nunca será visto de buena manera que un ser humano le
quite la vida a otro ser humano, no importa la razón o justificación.
Los valores se definen como los “principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de
realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a
preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento
en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud”[3] Al analizar esta definición encontramos que los valores son más
interiores a las personas, van de acuerdo a la convicción de cada individuo, van a depender como lo
acabamos de leer, de lo que sea fuente de satisfacción y plenitud.
En los sistemas educativos, los principios y valores juegan un papel importantísimo,
como ya se mencionó, están siempre presentes, la diferencia recae en la forma
en que son apreciados por cada individuo, en la parte de los principios, se
mantienen tal y cual son, no importa quién sea el que dirija el proceso o en
donde se lleve a cabo, en cambio los valores sí dependen de las personas o del
contexto social, no en el sentido de cambiar la esencia del valor, sino en la
importancia que se le da a cada uno. De acuerdo a las experiencias de vida, a
las convicciones propias, una persona puede considerar que es mejor dar
prioridad a uno más que a otro alguno
según lo considere.
Otro aspecto del cual dependen los valores, tiene que ver con el contexto
social, por ejemplo comparemos el ambiente social de una escuela privada de
clase alta y una rural de clase baja, probablemente el valor de compartir no se
da de una misma manera, para unos es compartir de lo que les sobra, hay que
trabajarlo de una forma, para otros es compartir de lo que tal vez no tengan,
es definitivamente otra situación y otro contexto que hace variar la percepción
del valor. Y así podría citar una gran cantidad de situaciones.
Y si de forma individual hacemos el mismo análisis a los estudiantes, con
todas sus diferencias, también encontraremos que los valores no significan lo
mismo para cada uno. Un estudiante que ha sido agredido físicamente por sus
padres, talvez tenga una visión diferente
al respeto a la autoridad, en contraposición con un estudiante que ha
sido criado bajo una cultura de amor; uno ve el respeto como una respuesta al miedo, otro como una recompensa al buen
trato recibido.
Esto lo podemos ver en un extracto de un artículo de M. Luisa Echeverría[4]: “El
concepto del hombre en las distintas épocas está influido por los valores
vigentes en el momento y determina en nuestro caso el avance de la profesión,
las instituciones de bienestar social que existen, los programas y en general
las formas de enfrentar los problemas”
Los valores en el
sistema educativo.
Todo esto lo comento ya que si hablamos de la historia de los valores en
la educación, debemos entender como han funcionado y cómo funcionan actualmente,
por muchos años los valores estaban de lleno en la vida, desde el hogar eran
inculcados y continuados en la escuela, y no se necesitaba colocar en un plan,
estaban allí. En cambio actualmente no es así, se ha tenido que incluir en los
mismo planes de forma transversal cada valor, para asegurarse que con ello el
estudiante reciba un poco de esa formación como ser humano.
El Plan Educativo 2002-2006 establece en
la política dentro del campo específico de la “Formación integral de la
persona” el siguiente objetivo:
Dar un vigoroso impulso a la formación en
valores, como una vivencia del trabajo cotidiano en el aula y en el centro
educativo. Se propone la implementación de los planes institucionales de
valores, equidad de género y sexualidad en todos los centros educativos[5]
En esa década el gobierno inicia un
proceso por el cual pudiera formar integralmente a los estudiantes, algo que se
estaba perdiendo en las aulas, y esto no solo lo implementó Costa Rica, también se encuentra en la Ponencia de la Diputada Ligia Zúñiga en el simposio
“Por una educación de calidad”, organizado por la Comisión Costarricense de
Cooperación con la UNESCO en el 2004, podemos observar lo siguiente: “Que los
sistemas educativos de los países de América Latina han de modificar y ajustar
sus contenidos y procedimientos de manera que se conviertan en agentes
transmisores de valores y pautas de comportamiento que hagan de los
latinoamericanos individuos conscientes, positivos, dinámicos y constructivos
en los procesos de desarrollo nacional e integración del continente”[6]
La necesidad mundial de incluir los valores en la educación
tiene que ver con el decaimiento de estos mismos, ya los jóvenes los definen de
acuerdo a su propia perspectiva que es lo correcto y que no, y sin una adecuada
guía esto puede producir graves consecuencias. Hemos visto en los últimos años, estudiantes
sin respeto por la autoridad, sin colaboración y apoyo, más dados al fraude y
al mínimo esfuerzo que a la creatividad, el esfuerzo y la honradez; esto para
mencionar algunos de los síntomas presentes hoy en día.
Los docentes no
escapamos de tener responsabilidad en esta pérdida de valores, algunos
posiblemente han dedicado la mayor parte del tiempo lectivo a cumplir con los
planes y objetivos académicos con nuestros estudiantes de la materia que
impartimos, olvidando por cierto momento que son seres humanos con necesidades
y emociones que también forman parte de la educación integral, y que de nada
sirve tener una gran conocimiento académico si como persona le queda debiendo a
la sociedad en gran manera. Veamos lo que dice Bertrand Russell al respecto: “Uno de los defectos de la
educación superior moderna es que hace demasiado énfasis en el aprendizaje de
ciertas especialidades, y demasiado poco en un ensanchamiento de la mente y el
corazón por medio de un análisis imparcial del mundo.”
Es como el efecto dominó, una primera generación ha venido perdiendo
valores y principios claves para la vida en sociedad y que no ha logrado
recuperar y mucho menos trasmitir a las siguientes generaciones.
Se podría concluir
que los valores en la educación juegan un papel muy importante tanto como la importancia de las mismas materias académicas, afirmo esto porque nuestro trabajo como
educadores es formar individuos íntegros, capacitados, capaces de desenvolverse
en un mundo globalizado, de una manera honrada, eficiente y eficaz, y esto solo
se logra con personas cuyos valores y principios están cimentados sobre roca y
no sobre arena, personas que no negocien sus valores en una búsqueda de
beneficio personal o de unos pocos. Siempre en la educación se ha buscado
egresar este tipo de estudiantes, lo vemos a través de la historia, de una
manera más estricta en la antigüedad, y de una manera “más liviana” en la
actualidad, pero la educación siempre ha reforzado la búsqueda de resaltar
valores de vida en el ser humano.
Jean Piaget lo dice de la siguiente forma: “La meta
principal de la educación es crear hombres que sean capaces de hacer cosas
nuevas no simplemente de repetir lo que otras generaciones han hecho; hombres
que sean creativos, inventores y descubridores. La segunda meta de la educación
es la de formar mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar
todo lo que se les ofrece“.
Los valores nunca
dejarán de estar inmersos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, considero
que en un futuro, la forma en que se enseñen y practiquen definirá la sociedad
en que viviremos. La otra interrogante que se genera de este análisis y que
será tema de otra investigación es: ¿Qué sociedad queremos y cuánto estoy
dispuesto a aportarle?
[4] Profesora Escuela de Trabajo
Social, Universidad de Costa Rica, documento elaborado en 1984.
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